SI LA ROSA SUPIERA QUE ERA ROSA.
EL UNIVERSO NO ESTÁ HECHO DE ÁTOMOS, ESTÁ HECHO DE HISTORIAS.
Si el universo son historias, Rafael Hernández sería una donde sembrar, cuidar y cosechar serían el inicio de un cuento que tiene como desenlace la transformación al servicio de la piel.
Arquitecto de profesión y poeta por convicción nos dio la bienvenida en su Finca Laurasia, ubicada en Tibaná, Boyacá · Colombia. Lugar mágico que cuenta con un sembrado de Rosas Centifolia L., genotipo orgánico de más de 10 hectáreas.
Un viaje hacia el poder curativo de las rosas y hacia su mundo que te envuelve en la poesía.
“Cambio la alegría de vivir por la búsqueda de la felicidad”
Es uno de los poemas cortos que Rafael recitó para nosotros y también es su mantra de vida.
Y es que Don Rafael sabe que las rosas más allá de ser asociadas con el amor y la seducción, son las favoritas por Awara para los cuidados de la piel.
Empecemos:
El agua de rosas pura orgánica es utilizada desde la antigüedad para rejuvenecimiento de la piel, líneas de expresión y antiarrugas. Ideal para todo tipo de piel. Es un potente antioxidante capaz de disminuir daños provocados por polución, rayos UV y estrés. También destaca por sus propiedades cicatrizantes y curativas para el acné, irritaciones y piel roja.
Tesoro de la naturaleza, su aplicación constante tendrá estos beneficios:
• Recupera las pieles irritadas.
• Conserva la elasticidad y la vitalidad
• Tratamiento para las quemaduras.
• Atenúa las lesiones por tratamientos médicos invasivos y lesiones eruptivas.
• De acción refrescante. Atenúa el estrés eléctrico.
